viernes, junio 17, 2005
Noche de basquet y vampiros.
Yo iba a morir en el temor divino/Pero él quería la savia de mis venas/No sé vivir y sé que soy un ángel/Abandonado a su soberbia
Déjame beberte/Sufro sed de saber/Porqué estoy aterrada
(Vampiro, Santa Sabina)
Treinta y uno a dos, de nada me sirvió que me dieras veinte puntos de ventaja, de todos modos terminaste ganando, nos quedamos unos momentos bajo el aro, yo no me puedo mover de cansancio, hacía casi cinco años que no agarraba un balón de basquet, te pregunto donde voy a conseguir atole de mango y pan de elote para pagar la apuesta, tu me cuentas todas tus hazañas al lado de los "chancroides", yo me quiero descalzar como las niñas que en ese momento juegan en una resbaladilla de cemento mientras tu tomas agua del bebedero público, me preguntas que porque quería un algodón azul y no rosa, te respondo que se me antoja ese color, sonrío porque sabía que tu si escogerías a una persona por su sabor a mango, vamos por una botella de agua- limón a la benavides, me detienes siempre que quiero tocar el timbre para llamar a la chica que se tarda en salir, te cuento que el fin de semana vi por fin "del olvido al no me acuerdo" mientras tu te entretienes observando fijamente las burbujas que generan dos tabcines efervescentes, un "me desgarré esta parte de la cintura" es suficiente para que se inicie un juego vampiresco, confieso que esos seres románticos y mágicos llamados vampiros no me terminan de agradar.
También confieso que me estoy volviendo adicta a tu cuello.
Déjame beberte/Sufro sed de saber/Porqué estoy aterrada
(Vampiro, Santa Sabina)
Treinta y uno a dos, de nada me sirvió que me dieras veinte puntos de ventaja, de todos modos terminaste ganando, nos quedamos unos momentos bajo el aro, yo no me puedo mover de cansancio, hacía casi cinco años que no agarraba un balón de basquet, te pregunto donde voy a conseguir atole de mango y pan de elote para pagar la apuesta, tu me cuentas todas tus hazañas al lado de los "chancroides", yo me quiero descalzar como las niñas que en ese momento juegan en una resbaladilla de cemento mientras tu tomas agua del bebedero público, me preguntas que porque quería un algodón azul y no rosa, te respondo que se me antoja ese color, sonrío porque sabía que tu si escogerías a una persona por su sabor a mango, vamos por una botella de agua- limón a la benavides, me detienes siempre que quiero tocar el timbre para llamar a la chica que se tarda en salir, te cuento que el fin de semana vi por fin "del olvido al no me acuerdo" mientras tu te entretienes observando fijamente las burbujas que generan dos tabcines efervescentes, un "me desgarré esta parte de la cintura" es suficiente para que se inicie un juego vampiresco, confieso que esos seres románticos y mágicos llamados vampiros no me terminan de agradar.
También confieso que me estoy volviendo adicta a tu cuello.
// posted by Carmelia @ 5:41 p.m. 
