martes, octubre 25, 2005
Noches de insomnio VI
A este tic-tac de dos relojes no sincronizados se suma la confusión.
En la semioscuridad alcanzo a ver una manecilla en el cinco.
Espero.
Los camiones urbanos ya comienzan a circular, la ciudad se mueve.
Seis cuarenta: suena la alarma.
Le robo veinte minutos al baño para soñar que duermo.
